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Tarde roja

Tarde callada. Tarde. De contorno ondulado simétrico. Callada Tarde. Lenta, vaga sensación de dispersión y movimiento. Cono de luz en un destello: vibrante aguda, fina aguja que teje los perceptos: malva granate ambar carmesí y un azul oscuro rezagado: tarde en la tarde. Chispa fina de mañana dónde permanecen los álamos pardos parados, lilas, granates y amarillos. Blancos, altos álamos: ramos de fantasía. Tiempo que solo es espacio: cavidades desahuciadas, contorneadas con tinta negra, azul y verde y rojo opacante en su vibrar físico, ocupado: vacío. Saturado. Con cada parpadeo del reloj Milimetrado. En su lugar. Sin movimiento: eso es el tiempo y la tarde. Tarde callada. Callada. Tarde de contorno ondulado rojo, simétrico.
Extrafísico. Como todo lo que no se escribe, lo que no se dice, lo que no se comparte, lo que no puede verse en su reflexión. Las cosas que se extinguen como algún día nosotros lo haremos, sin dudas ni reclamos. Y así han de ser amadas, calladas, sentidas. Las que solo así, puedan ser, sin pasar por ser materia sonora. Lejos de la fisicidad doliente del estar. Sujetos. A lo razonable

Terminaste el cuadro y le pusiste un marco rojo

Tú 

sedimento

[...] Entender la textura de la cuerda con solo mirarla, comprender la textura del sonido, leer la textura del aire. Y luego tocarla, tocar la cuerda. Rescatar la nota. Invocarla, hasta que todo lo que la rodea la aglutine. A la nota, a la cuerda, al tono, a su entorno. Y se convierta en un unívoco multiplicado, que regrese flotando a todos los unos otros que manejan las partes, que a la vez son unívocas y múltiples de significación, aporías infinitas que no pueden sumarse ni dividirse y aun así se superponen y completan. [...] Diez-Madroñero

LA QUIETUD ES LA MÁXIMA VELOCIDAD ALCANZADA.

La vida supone un avance. Pero solo es un supuesto que se desprende de un estado permanente. Químico, físico, mental, mágico, y en última instancia consciente. 

Permanencia y estado de lejanía. Suspensión cromática: blanco. Los volantes rojos

Del estado de suspensión a la locura. Sustantivos cercanos: los festones de un vestido de volantes Rojos. Volantes. Azules en la escarcha blanca. La margarita. En el rocío de la mañana olorosa, volantes y faldas, y piernas largas. Del estado de suspensión al arrullo incansable de la verbena, chasqueando, tintineo de pasos, y palabras, vasos, Y SUSTANTIVOS CERCANOS. Del estado de suspensión a locura. Y el vacío y el ruido de la verbena, la orquesta, la música, los volantes y los pasos: la luna colgada de una luz de cañón, de colores que marca la estela de la noche viva, y suspendida del halo del humo que la hace visible, transito por ella sin saber por dónde he venido y me caigo. Y sentada en el suelo justo al ras de los zapatos la niña alza la vista y lo ve: volantes, volantes rojos la rodean bailando. Y allí, colgada, en la suspensión de la locura  nadie comprende que miran aquellos ojos